Viviendas inteligentes: la nueva revolución digital
La domótica es el conjunto de sistemas que permiten automatizar y controlar los elementos de la casa utilizando un dispositivo móvil o incluso a través de comandos de voz. Estos sistemas han dado lugar a la denominación “smart homes” o casas inteligentes, ya que la variedad de aplicaciones y soportes que hoy cuentan con el “internet de las cosas”, conectividad remota e inteligencia artificial, brindan grandes beneficios en términos de protección, eficiencia y bienestar a los habitantes de una vivienda.
La cara B de los hogares inteligentes es también positiva, puesto que permite a los hogares sincronizar los aparatos electrónicos, economizar los recursos naturales y apostar por sistemas energéticos sostenibles, lo que finalmente repercute en un respeto y cuidado del medio ambiente. Cabe señalar que el ahorro energético que prometen este tipo de hogares oscila entre un 25 y un 30% según Cedom. La instalación de elementos domóticos en la vivienda permite además aumentar el valor del inmueble y su atractivo a posibles compradores.
Las redes 5G, sin duda alguna, serán definitivos para dar el pistoletazo de salida a la próxima revolución digital, que llegará con la evolución de los ya disponibles asistentes virtuales como Alexa, Siri, Home kit, Aura, movistar Home, etcétera, y el momento en el que sean capaces de pensar y comunicarse con otros dispositivos, aparatos o servicios a los que damos uso en nuestra vivienda.
El mercado global de las Smart homes tiene un crecimiento interanual previsto del 27%.
Control de accesos y cerraduras, iluminación, persianas, tv, climatizadores y termostatos ó electrodomésticos son fácilmente manejables con aplicaciones digitales.
Algunas curiosos ejemplos de la evolución de la domótica puedne ser:
- “Pon la calefacción a 21 grados” por comando de voz, o que al detectar que nuestro móvil se está acercando a casa, se active por sí sola.
- Que la secadora se active al terminar la lavadora.
- Configurar la aspiradora y el purificador de aire según la estancia.
- Cerradura por huella digital, móvil o códigos.
- Programar la ducha para los distintos gustos de temperatura de las personas en casa.
- Adaptar la iluminación dependiendo del tipo de música o lo que se esté proyectando en la TV.
- Silenciar el teléfono al entrar en casa o subir el volumen del timbre al salir.
- Nevera que hace la compra.
- Activar el robot de cocina desde el móvil o programar el horno.
- Acceder a ver videos y fotografías del interior de la vivienda.
La evolución de la inteligencia artificial en los hogares llegará incluso más lejos: camas que regulan la temperatura de los pies, espejos que analizan el estado de la piel, ropa y textil inteligente.
Las desventajas de la casa inteligente, son más las percibidas que reales, y se trata de la preocupación por la seguridad o la privacidad; para ello es importante que a la hora de instalar y contratar este tipo de dispositivos se confíe en empresas especializadas.